quarta-feira, 7 de agosto de 2013

Pedro Navaja - Un latino perfecto


Quien llega a este post sin haber oido el nombre de Rubén Blades, deve parar todo lo que está haciendo en éste momento y oir la mayor cantidad posible de sus canciones. Blades es un genio como pocos. Letrista y compositor ejemplar, terminó su carrera de abogado y se fue a vivir a Nueva York. Alli, intentó vender sus canciones a la Fania All Star, pero los ejecutivos no se interesaba. Decidió que debía entrar en la disquera de cualquier forma y agarró un puesto como ayudante de correo. Fue criticado. La família decía que estaba loco. Haberse graduado de abogado para ser ayudante de correos? Parece que Rubén confiaba mucho en la calidad de sus canciones. Y quien no va a tener confianza, contando con un Pedro Navaja en uno de los bolsillos de su propio gabán?

A primera vista la capacidad narrativa de Blades es lo que más nos impresiona. Oimos, o mejor, visualizamos paso a paso, con lujo de detalles y tensiones, la historia de un hombre que cruza la calle corriendo para robar a una mendiga y acaba muerto él también. El enredo parece simple, son dos muertes que podrían ser dos muertes cualquiera, pero no, una de ellas es la muerte de Pedro Navaja.

En las dos primeras estrofas de la canción Blades se dedica a darnos una descripción detallada del personaje principal. Pedro Navaja es un latino perfecto. Con su sombrero, sus lentes y su tumbao. El hombre camina por la calle como si fuera el dueño de ella. Le gusta ser misterioso y estar por arriba de cualquier situación. Se cree bello, guapachoso e invencible. El papá de los helados, el más sabroso de los malucos, pues.

Todos los latinos tenemos un poco de Pedro Navaja, queriendolo o no. Somos zumbaos y nos gusta dárnosla de buenotes y peligrosos. No joda! diria un venezolano, yo soy de Caracas, voy a tener miedo en esta mierda? Mientras que el argentino ya está enredando chicas con cuentos chinos, el cubano te habla rápido, como con 5 papas en la boca pa que no le entiendas na y si el brasileño puede pasarte la pelota debajo de las piernas, no dudes que lo hará. Tenemos una movida diferente y, cuando podemos, le sacamos partido. Marcamos territorio, miramos sin que nadie se de cuenta y a la primera que podamos, atacamos con un diente de oro que alumbra una avenida.

Apesar de ser el malo de la historia, es muy facil identificarnos con Pedro Navaja. Es una rata, pero nos cae bien. Y por eso nos sorprende tanto su muerte. Nos sorprende tanto cuanto a él. ¿Cuando es que este matón/latin lover iria a esperar que acabaria muerto tirado en el piso por causa de una vieja? Pero es que nunca! ¿Como se habrá sentido con una frase tan humillante? Aquella cuando la mujer le dice que él está peor que ella porque no está en na... "Me mori como un pendejo" es lo único que puede haber pensado el malo de Pedro Navaja.

Claro que se le puede sacar la moral a la historia. Del hombre que se aprovecha de su poder, no le tiene piedad ni a los más desfavorecido y bla bla bla. Al propio Rubén Blades lo oi dando una declaración diciendo que las personas lo tomaron como una metáfora sobre la política y el poder. A mi me parece que la verdadera fuerza de la canción está en al próxima y trágica ironia que nos recuerda a la calle de al lado de nuestra casa y al Pedro Navaja de nuestro barrio. La trágica ironia de sentirse el más machote que el suelo haya pisado y cuando uno menos se lo espera, plas! Te mataron a ti también.

Toma tu tomate, dirán unos. Ojo por ojo, diente por diente, otros. Quien a hierro mata a hierro termina, dice Rubén. Puede ser, pero para mi lo más importante es algo como: a los ojos de la violencia, no hay quien se salve.

Pobre Pedro Navaja, la vida te da sorpresas, hermano. Al final, ni cuenta se dieron y sólo fuiste uno más.




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