domingo, 11 de agosto de 2013

Mi viejo

Hoy es día del padre y aprovecho mi sentimiento de gratitud para hablar de esta canción que sin duda es una de las que más me ha tocado durante toda mi vida.

El amor que le tengo a la canción "Mi viejo" es heredado. Mi padre se la dedicaba a mi abuelo. Ironicamente no a su papá, si no a su suegro, el papá de mi mamá. Nunca se lo he preguntado, pero sé que se la dedicaba a él porque no podría dedicársela a su padre, aunque no tengo dudas que siempre se la quiso cantar. Tan poderosa es esta canción. Me atrevo a decir que no existe un solo hijo que no quisiera dedicarle esta canción a su viejo. Yo no soy excepción, así que aprovechando el espacio y el día, se la dedico de esta forma a mi padre y espero algún día tener el coraje de cantársela.




"Mi viejo" es una poesía desde su primera frase. Simple, sincera y universal. Salió a la luz pública en 1969 y hoy en día su significado continúa intacto o gana cada vez más vigencia. No temo decir que tiene todo para ser considerada como una canción inmortal.

En la letra, Piero nos coloca aspectos de notable belleza de la relación entre padre e hijo. Sus palabras nos muestran un amor de profundo cariño y admiración del hijo hacia su padre. En una sociedad tan machista como en la que siempre hemos vivido, un hombre expresar sus sentimientos a otro, aún siendo un ser querido, es un acto considerado, como mínimo, raro. El hombre debe se aústero, fuerte, impávido. Sensibilidad es una muestra de debilidad o de mariconería. Ningún hombre puede darse el lujo de mostrarse demasiado sensible.

Por este motivo, en las relaciones de padre e hijo frecuentemente hay una barrera que dificulta la aproximación. El cariño es mostrado a sus hijos por las madres, mientras que el padre debe mostrar la rigidez y el correcto modo de comportarse, de ganarse la vida y mantener las cosas de la casa. Padre e hijo raramente se muestran afecto y es por eso que la canción nos toca de una forma tan profunda. "Mi viejo" es un canto contenido; reprimido, tal vez. Hombres de todos los lugares han tenido y tienen dificultad para expresarle sus sentimientos a sus padres. Piero rompe este paradigma de una forma solemne. 

"Es un buen tipo, mi viejo", la primera frase de la canción, tan simple y corta, me parece que ya trae todo este contexto.

No creo engañarme al decir que la historia de muchos es parecida a ésta: cuando somos niños nuestro padre nos asusta un poco y nos hace sentir exigidos. Poco a poco, mientras crecemos, nos vamos dando cuenta que atrás de toda su dureza y exigencia, hay un hombre esencialmente bondadoso y admirable. La dureza del padre de Piero se fue encogiendo al mismo tiempo que la admiración de su hijo creció. Esto porque el tiempo pasó. El hombre ahora es un viejo y el niño un hombre. Y, siendo hombre, el hijo se da cuenta de las dificultades que significa llevar una família adelante, mantenerla, educarla. Se da cuenta de todo el esfuerzo que hizo su padre por él a lo largo de los años. Un esfuerzo de toda una vida que ahora los años le cobran y pero del cual el viejo no se quejó y no se queja.

Piero dice "Yo lo miro desde lejos, pero somos tan distintos" y con esto nos habla exactamente de la distancia que existe entre padre e hijo y de la dificultad de expresar lo que cada uno siente. El hijo mira desde lejos, admira al padre sin decirle nada y no dice nada porque ellos son de tiempos muy distintos. El Piero dentro de la canción calla, como callamos casi todos, pero el Piero que canta le dice a su padre a toda voz que es lo que es gracias a él. Gracias a la sangre que le dió y gracias su esfuerzo callado durante toda su vida. (Yo soy tu sangre, mi viejo. Soy tu silencio y tu tiempo).

Los tiempos tal vez hayan cambiando y hoy en día haya más abertura en la família de lo que había en 1969. Sin embargo, creo que siempre será difícil expresarle los sentimientos a un padre. Menos mal que artistas con la sensibilidad de Piero se atrevieron a hacerlo y nosotros podemos apropiarnos de sus canciones para hacerlas nuestras y hacer que expresen lo que sentimos.

Yo, personalmente, creo que no podría o no me atrevería a escribirle algo a mi padre que signifique tanto cuanto dedicarle esta canción.


quarta-feira, 7 de agosto de 2013

La era está pariendo un corazón

Esta no es una de las canciones más conocidas de Silvio. Sin embargo, creo que tiene muy bien merecido este espacio.

Silvio Rodríguez, el cubano que le canta con igual pasión a las mujeres que a su ideologia, fue (o es) uno de los artistas íconos de la nueva trova latinoamericana y de la Revolución Cubana. Apoyó a los Castro desde su llegada y solo recientemente declaró que era necesaria una revisión de la revolución. Apesar o por causa de ser una de las figuras públicas más envolvidas politicamente de latinoamerica y tener una posición clara y fuerte para casi todo, en sus canciones, el abordaje sobre asuntos sociales siempre fue extremamente rico y complejo. Sus canciones son inteligentes y están muy lejos de parecerse a un panfletaje político.

Como veremos en otros posts, Silvio cree en la posibilidad de la revolución através de la música. Su fuerza yace en la belleza de sus metáforas y en los golpes fuertes de su guitarra; en sus auto-cuestionamientos, en su honestidad y en una sensibilidad incomparable de ver la escencia de las cosas tangibles e intangibles y transmitir su fuerza através de la palabra cantada.

"La era está pariendo un corazón" es un ejemplo de esta revolución de Silvio.



Me arriesgaré a dar una interpretación personal a las estrofas de esta canción.

Le he preguntado a mi sombra

A ver como ando para reírme,

Mientras el llanto, con voz de templo,

Rompe en la sala

Regando el tiempo.

Aqui vemos el Silvio cuestionador. Recuerdo haber visto una declaración bastante simple de él que me hizo ver la forma de ser de pensar de un artista. Dijo algo como esto: "siempre estuve muy atento a las voces externas, pero, principalmente, siempre estuve muy atento a las voces internas". La sombra en este caso no es otro que él mismo, o una parte de él que todavía no consigue comprender completamente. Osea, se ha estado preguntado a él mismo cómo es posible reir mientras que el sufrimiento, con voz de templo, osea, de forma fuerte, solemne, en este caso, casi de forma ensordecedora, rompe en la sala, regando el tiempo: se expande por todos los lugares, inclusive el más próximo, y a lo largo del tiempo.

Mi sombra dice que reírse
Es ver los llantos como mi llanto,
Y me he callado, desesperado

Y escucho entonces:

La tierra llora.

La respuesta que él mismo se da es que para poder reirse es necesario ver el sufrimiento como algo igual en todos los seres humanos. Más que algo universal es algo que nos ocurre a todos al mismo tiempo. Es el acto de la compasión. Si él sufre, yo sufro. Al mismo tiempo que si yo rio, él rie. Para poder reir sin remordimiento, es necesario entender que los sentimientos son compartidos. El impacto de esta verdad lo deja en un silencio desesperador que le permite, (como Sidharta a la orilla del rio), oir el llanto de todos los seres en la Tierra, el cual es un único llanto. 

La era está pariendo un corazón,
No puede más, se muere de dolor
Y hay que acudir corriendo
pues se cae el porvenir

En cualquier selva del mundo,

En cualquier calle.

Esta unidad para Silvio está fuertemente marcada por un gran sufrimiento. De forma positiva é compara este sufrimiento al dolor de un parto, del cual cosas buenas deben surgir. Debe surgir un corazón, una mayor conciencia de colectivo, de la unidad de los hombre. La tierra en este momento vive un parto; y para hacer nacer lo que vaya a nacer, necesita de la ayuda de cada uno de nosotros, en cualquier sitio donde nos encontremos.

Debo dejar la casa y el sillón,
La madre vive hasta que muere el sol,

Y hay que quemar el cielo si es preciso

Por vivir,

Por cualquier hombre del mundo,

Por cualquier casa.

Aqui hace un llamado más directo a salir de la inacción. Lo hace en primera persona "debo dejar la casa y el sillón" porque cada uno debe decírselo a si mismo y nadie le puede imponer este sentimiento a algún otro. La madre considero que puede ser vista como la esperanza, la cual es necesaria mantener. El cielo nos remete a la religión que, caso impida nuestra caminada, debe ser dejada de lado. En nombre de la vida de cualquier hombre y de cualquier casa.



Pedro Navaja - Un latino perfecto


Quien llega a este post sin haber oido el nombre de Rubén Blades, deve parar todo lo que está haciendo en éste momento y oir la mayor cantidad posible de sus canciones. Blades es un genio como pocos. Letrista y compositor ejemplar, terminó su carrera de abogado y se fue a vivir a Nueva York. Alli, intentó vender sus canciones a la Fania All Star, pero los ejecutivos no se interesaba. Decidió que debía entrar en la disquera de cualquier forma y agarró un puesto como ayudante de correo. Fue criticado. La família decía que estaba loco. Haberse graduado de abogado para ser ayudante de correos? Parece que Rubén confiaba mucho en la calidad de sus canciones. Y quien no va a tener confianza, contando con un Pedro Navaja en uno de los bolsillos de su propio gabán?

A primera vista la capacidad narrativa de Blades es lo que más nos impresiona. Oimos, o mejor, visualizamos paso a paso, con lujo de detalles y tensiones, la historia de un hombre que cruza la calle corriendo para robar a una mendiga y acaba muerto él también. El enredo parece simple, son dos muertes que podrían ser dos muertes cualquiera, pero no, una de ellas es la muerte de Pedro Navaja.

En las dos primeras estrofas de la canción Blades se dedica a darnos una descripción detallada del personaje principal. Pedro Navaja es un latino perfecto. Con su sombrero, sus lentes y su tumbao. El hombre camina por la calle como si fuera el dueño de ella. Le gusta ser misterioso y estar por arriba de cualquier situación. Se cree bello, guapachoso e invencible. El papá de los helados, el más sabroso de los malucos, pues.

Todos los latinos tenemos un poco de Pedro Navaja, queriendolo o no. Somos zumbaos y nos gusta dárnosla de buenotes y peligrosos. No joda! diria un venezolano, yo soy de Caracas, voy a tener miedo en esta mierda? Mientras que el argentino ya está enredando chicas con cuentos chinos, el cubano te habla rápido, como con 5 papas en la boca pa que no le entiendas na y si el brasileño puede pasarte la pelota debajo de las piernas, no dudes que lo hará. Tenemos una movida diferente y, cuando podemos, le sacamos partido. Marcamos territorio, miramos sin que nadie se de cuenta y a la primera que podamos, atacamos con un diente de oro que alumbra una avenida.

Apesar de ser el malo de la historia, es muy facil identificarnos con Pedro Navaja. Es una rata, pero nos cae bien. Y por eso nos sorprende tanto su muerte. Nos sorprende tanto cuanto a él. ¿Cuando es que este matón/latin lover iria a esperar que acabaria muerto tirado en el piso por causa de una vieja? Pero es que nunca! ¿Como se habrá sentido con una frase tan humillante? Aquella cuando la mujer le dice que él está peor que ella porque no está en na... "Me mori como un pendejo" es lo único que puede haber pensado el malo de Pedro Navaja.

Claro que se le puede sacar la moral a la historia. Del hombre que se aprovecha de su poder, no le tiene piedad ni a los más desfavorecido y bla bla bla. Al propio Rubén Blades lo oi dando una declaración diciendo que las personas lo tomaron como una metáfora sobre la política y el poder. A mi me parece que la verdadera fuerza de la canción está en al próxima y trágica ironia que nos recuerda a la calle de al lado de nuestra casa y al Pedro Navaja de nuestro barrio. La trágica ironia de sentirse el más machote que el suelo haya pisado y cuando uno menos se lo espera, plas! Te mataron a ti también.

Toma tu tomate, dirán unos. Ojo por ojo, diente por diente, otros. Quien a hierro mata a hierro termina, dice Rubén. Puede ser, pero para mi lo más importante es algo como: a los ojos de la violencia, no hay quien se salve.

Pobre Pedro Navaja, la vida te da sorpresas, hermano. Al final, ni cuenta se dieron y sólo fuiste uno más.




domingo, 4 de agosto de 2013

Rebelión (en los años 1600) y el dolor negro.

Yo soy Caribe, soy salsa e, inevitablemente, escuchando esta canción, nace en mi una inmensa necesidad de levantarme a bailar y cantarla. Creo que hay muchos motivos para eso.



Rebelión, mejor conocida como "En los años 1.600", es una de las obras que mejor representa la salsa brava, subgénero que, por su fuerte presencia instrumental y ritmo marcado, es considerado como la más pura y original de todas las vertientes de salsa; en ese sentido tradicionalista talvez comparable al "samba de raiz".

Por ser el primer post sobre salsa, antes de seguir con Rebelión, quiero hacer un breve parentesis con un poco de la historia del género. Los ritmos afro-americanos en general tienen un boom más reciente de lo que se imagina. Su popularidad solo vino al final de los años 50, cuando casas nocturnas norteamericanas, principalmente nuevayorquinas, descubrieron la fuerza del estos ritmos en el mercado americano. Después de un auge espectacular los ritmos afrocaribenhos perdieron mucho espacio por la llegada del rock y solo consiguieron retomar su lugar progresivamente cuando la "Fania All Stars" catapulta internacionalmente artistas como Willie Colón, Cheo Feliciano, Hector Lavoe, Celia Cruz y Rubén Blades. Los artistas de esta generación hacen parte del boom de la salsa que consagró el género por todo el mundo.

La salsa comienza entonces a hacer parte del repertorio musical de muchos países latinoamericanos. Para 1986, en Cartagena de Indias, ciudad de la costa caribeña colombiana, Joe Arroyo ya contaba con relativa fama cuando lanza el sencillo que, sin duda, consagrará su carrera: Rebelión.

"Rebelión" nos cuenta la historia de una pareja de esclavos negros del siglo de XVII, aparentemente recién llegada a tierras neogranadinas (colombianas), que son maltratados por su nuevo amo español en plenas calles de Cartagena. El negro acepta su represión, pero no puede aceptar que el español le pegue a su mujer, a su negra, y se rebela contra el blanco. La canción no nos cuenta que sucede después de tal osadía. Probablemente lo que sucede seria demasiado fuerte o triste como para ser contado y el autor prefirió simplemente exaltar el acto de rebeldía y honor, del negro frente al abuso blanco.

En este sentido, Rebelión da un paso diferente al de otras canciones que denuncian la represión española en la América Colonial, como es el caso de "Plantación Adentro" de Rubén Blades, donde el indio Camilo Manrique muere asesinado por su patrón sin que nadie haya hecho nada. El juez decreta que la muerte fue por causa natural y el caso se encierra.

En rebelión el final está abierto. No sabemos que pasó. Pensando historicamente, caso esta historia realmente hubiese acontecido, probablemente el negro estaría decretando su muerte. Arroyo, sin embargo prefiere decirnos que lo que vale fue su acto heróico.

Me gusta pensar que para Arroyo, esta salsa y la salsa en general es también un acto de rebelión del negro sobre el blanco. Estamos en los 80 y en la escena cultural latinoamericana aún existe racismo (como aún existe ahora en los 2010s). Pero ya pasamos a Luther King, Mandela y compañía; después de ellos y del éxito internacional de los artista de la Fania, fue abierto un espacio donde los tambores africanos pueden plantarse fuertes contra los bien comportados ritmos blancos que dominaron la escena musical durante toda la historia de las colonias y, posteriormente, de los países americanos.

Con la internacionalización de la salsa se vive un momento donde finalmente es posible recordar la historia negra y exaltarla como una historia de sufrimiento, pero de dignidad. Una historia que hace parte de cada uno de nuestros países y de cada uno de los latinoamericanos, inclusive de los blancos. No es por acaso que Arroyo comienza diciéndonos que nos quiere contar "un poquito de la historia negra, de nuestra historia".

A mi ver, en algún nivel, el ritmo inconfundiblemente africano de los tambores de Rebelión y principalmente su contundente letra, le dan voz a un dolor guardado hace muchos siglos y abre puertas para que los que se sienten oprimidos puedan expresarse y de alguna forma rebelarse una y otra vez contra las fuerzas tradicionales de la cultura blanca opresora que es la cultura en que todavía vivimos.

Por eso, cuando "Rebelión" toca en bodas, bares y discotecas, no hay quien no se levante y arriesgue seguirle el ritmo a los tambores. No hay quien no la cante, y con la fuerza de lo que nos duele grite junto al coro"No le pegue a mi negra".